Batalla de Quebracho Herrado
28 de noviembre de 1840

Antecedentes: Campañas contra Rosas

Después de sus operaciones en Entre Ríos y Buenos Aires, entre 1839 y 1840, Lavalle marcha a Santa Fe y toma su capital (29 de septiembre de 1840). Dos meses mas tarde Lavalle marcha hacia Córdoba para operar en combinación con Lamadrid, quien encabezaba la Coalición del Norte (Tucumán, Salta, Jujuy, Catamarca y La Rioja), quien contaba con tropas riojanas y el apoyo de los unitarios cordobeses. El general federa Manuel Oribe (oriental) seguía de cerca de las fuerzas de Lavalle, alcanzándolos a fines de noviembre y obligando al jefe unitario a aceptar batalla.

Acción previa

 La caballería federal, unos 2.000 jinetes, alcanza al ejército de Lavalle y lo atacan con el evidente propósito de aferrarlo hasta la llegada de la masa. El general unitario no puede eludir la lucha y a pesar de las muy desfavorables condiciones en que se encuentran sus tropas se ve precisado a aceptarla.

Fuerzas enfrentadas

Ejército unitario: 4.600 hombres (350 infantes; el resto de caballería de los cuales más de 1.200 a pie) y 4 piezas de artillería.

Ejército federal: 6.500 hombres (de ellos 1.600 infantes) y 5 piezas de artillería.

La acción

 Se inició con la carga de la caballería federal del ala derecha contra la masa de la caballería unitaria a su frente. Esta última rechazó en primer momento a la caballería enemiga, pero no pudo intentar la explotación de ese éxito inicial debido al estado de sus cabalgaduras. Nuevas cargas federales derrotaron por completo a la caballería que constituía el ala izquierda del ejército unitario. El resto de éste, atacado frontalmente y amenazado de envolvimiento a raíz de dicha derrota, emprendió una penosa retirada. Durante la acción los cañones unitarios sólo pudieron hacer cinco disparos, debido a que por error la munición había sido llevada a otro lugar.

Pérdidas

Unitarios: 150 muertos y heridos y 500 prisioneros, la artillería, el parque y los bagajes. El resto del ejército se dispersó.

Federales: 36 muertos y 50 heridos.

Después de Quebracho Herrado Oribe ocupó Córdoba, ciudad que Lamadrid había evacuado. Lavalle logró reunir al cabo de las primeras semanas unos 1.500 de los dispersos y se unió a Lamadrid. Ambos generales continúan lentamente su retirada hacia el Noroeste; cada uno manda sólo sus tropas y se producen rozamientos entre ellos. Lamadrid se sigue a Tucumán para organizar allí un nuevo ejército. Lavalle se dirige a Catamarca.