Cancha Rayada
19 de marzo de 1818

Antecedentes:

     Campaña de Maipo Resuelto a emprender la reconquista de Chile, el virrey Pezuela preparó una expedición que zarpó de El Callao el 9 de diciembre de 1817, al mando del general Osorio.

San Martín resuelve no dar la batalla decisiva hasta haber reunido todas las fuerzas:

Instalar en el campamento de Las Tablas, próximo a Valparaíso las unidades que s encontraban en Santiago.

     Replegar las fuerzas de O'Higgins por lo pronto hasta el Norte del Maule, retirando de la región o destruyendo todo recursos aprovechable por el enemigo. En caso de ataque de fuerzas superiores, rehuir la lucha si comprometerse.

Osorio inicia la campaña

Después de ordenar a la escuadra el bloqueo de Valparaíso, el general realista se puso en marcha hacia el Norte, avanzando con marcada lentitud.

La acción

Movimientos previos

El día 15 los realistas alcanzan Camarico, donde permanecen hasta el 18.

El día16 el ejército patriota, denominado Ejército Unido, llega a Quechereguas.

El día 19, en la madrugada de este día, al saber que los realistas se han replegado en dirección a Talca, San Martín prosigue rápidamente la marcha por el camino llamado de Tres Montes, situado al Esta del que siguen aquellos, con la intención de cortarlos de la línea del Maule obligándolos a librar la batalla decisiva en condiciones muy desfavorables; pero ello no puede ser logrado y al atardecer de día indicado ambos adversarios pasan al descanso en formación de combate, separados por una distancia de media legua.

Fuerzas en presencia

Patriotas: 8.011 hombres y 33 piezas de artillería

Realistas: 4.612 hombres y 14 piezas de artillería

Resolución de ambos comandantes

Osorio aceptó la propuesta de Ordóñez de atacar por sorpresa durante la noche y volcar así a su favor la difícil situación en que se encontraba (con una marcada inferioridad de medios y con el Maule inmediatamente a sus espaldas).

San Martín, en conocimiento de dicha resolución por informe de un espía, resolvió cambiar el emplazamiento del ejército Unido de modo que éste pudiera atacar desde el flanco a los realistas cuyo ataque caería en el vacío.

Desarrollo de la acción

Osorio confió a Ordóñez la conducción del ataque y permaneció en Talca para preparar la retirada en caso de fracaso, según manifestó.

Poco después de las 21hs. las tropas realistas iniciaron la marcha en las tres columnas, guiados por los fuegos encendidos en el campamento patriota. La columna izquierda recibió tres descargas de la División Quintana que la vio desfilar en la obscuridad y cuyo cambio de ubicación desconocían los realistas. Ficho fuego le causó alrededor de 300 bajas.

Las tres columnas realistas se lanzaron sobre la División O'Higgins en momentos en que iniciaba el movimiento par ir a ocupar la nueva posición. Sólo Alvarado con el batallón de Cazadores de los Andes logró realizarlo y se incorporó a la División Quintana.

La columna izquierda chocó con el batallón 3 de Chile, que quedó deshecho, y los realistas llegaron hasta el pie del cerro donde se apoderaron del parque, los hospitales y la mayor parte de la artillería.

En la obscuridad de la noche la confusión fue muy grande y unidades de un mismo bando se tirotearon entre sí. O'Higgins fue herido en un codo y el ayudante Larrain cayo muerto al lado mismo de San Martín. Es esta parte del campo de batalla los patriotas iniciaron una desordenada retirada.

La División Quintana, que desde el comienzo de la acción estuvo al mando de Las Heras por ausencia circunstancial de su titular, emprendió la retirada en orden y en silencio, poco después se medianoche, colocando la artillería (sin munición) a la cabeza de la columna. Luego despachó un parte a San Martín informándole sobre su situación.

Durante la retirada de esa noche se perdieron 500 hombres de los 3.500 que Las Heras había logrado salvar.

Pérdidas

Patriotas: 120 muertos, 26 piezas de artillería, todo el parque, provisiones, gran cantidad de armas portátiles y municiones.

Realistas: 300 muertos

Los realistas persiguieron a los dispersos sólo hasta el Lircay, situado a unos 6 Km. del Talca. Corresponde por ello decir que no hubo persecución.

 

Croquis de la batalla