Granaderos Voluntarios de Infantería de Buenos Ayres, De Fernando VII o Provinciales.

Extractos del Diario Militar de la División del mando del  Coronel Juan Florencio Terrada - Por Manuel de Bulnes.          

          

Expedición auxiliar del Uruguay contra el ejército portugués.Manuel de Bulnes, ayudante del general.11/09 - 8/11 de 1811.

 

El día miércoles 11 de septiembre del año 1811 se empezó a formar el regimiento de granaderos de Fernando VII en el fuerte de Buenos Aires, todo el, completamente equipado , con el objeto de realizar nuestra marcha con el orden y precauciones convenientes en semejantes salidas: las carretillas en la plaza del foso, para cargar equipajes de oficiales, tiendas de campaña, municiones, dinero y útiles del ejercito: a las cinco de la tarde, después de haber pasado una prolija revista, salimos del mencionado cuartel en formación de columna, con banderas desplegadas y a marcha redoblada, por entre el concurso y aplausos, de personas verdaderamente patriotas, a las cuales en la integridad de sus semblantes se les traslucía lo sensible que les era nuestra partida...(...)....a las 11 de la noche nos acampamos tres cuadras al Sudeste de la Chacarita de los Colegiales,...., en seguida se desensillaron los caballos de los oficiales y de la primera compañía que venia montada en la retaguardia con el objeto de impedir que se segregase soldado alguno de su correspondiente destino y de este modo cuidar que en la marcha no se desertase individuo de la expedición...

Nota: a partir de aquí enumera los días de viaje, comentarios sobre el clima y la situación geográfica temporal, sin mayores novedades.

[...] El lunes 16 nos pusimos en derrota a las siete y media de la mañana, hicimos la jornada de ocho leguas hasta las cinco de la tarde que nos acampamos una legua y media al Este del fortín de Areco, o lo que es lo mismo en la cañada de Romero; en este paraje encontramos las divisiones de patricios y regimiento 4º....[...].

[...] El martes 24 amaneció garuando; ya prontos para marchar delibero el señor general se suprimiese por entonces el viaje; pues el tiempo lluvioso y las caballadas flacas no permitían por hoy el hacer jornada alguna; a la tarde se permitió a la tropa , entrasen al pueblo a comprar aquello de que carecían, pero en compañía de sus respectivos sargentos y cabos, mas a pesar de toda esta precaución , algunos tuvieron la debilidad de dispersarse y armar desordenes; por lo que el señor general después de hacer despachar varias patrullas para contenerlos; obligo a que todos volviesen al campamento.

[...] El sábado 28...a la noche llego un chasqui desde Buenos Aires donde se nos noticiaba del Cabildo Abierto que habían hecho, y también de la segregación y destierro del secretario doctor Campana, etc: la línea del campamento esta formada según el Sudeste y Noroeste: en la orden se dio reconocer al capitán don Beltrán Terrada por comandante de la primera división....[...].

....en la mañana del lunes 30: nos acampamos al Oeste de la ciudad de Santa Fe...a las nueve de la mañana empezamos a pasar el río con la correspondiente formación, habiendo para el efecto una balsa y cuatro canoas: a las doce estaba la tropa y los equipajes pronto para marchar: la orden siguiente se dio por el señor general:

"Soldados vais a entrar en la ciudad de Santa Fe: la mala conducta de los ejércitos del Perú, ha hecho imprimir en los pueblos un carácter de resentimiento interior hacia nosotros, creyéndonos capaces de iguales excesos; es necesario que os hagáis pacientes y sufridos, y que os acostumbréis a todo el rigor de la disciplina militar, acordándoos siempre que vosotros sois los soldados de la patria, que respetáis todos los pueblos, y que solo aspiráis al heroico nombre de amigos de la libertad civil, para conseguirlo, es preciso que os hagáis frugales y moderados, y entonces añadiréis al nombre de defensores de la patria, el renombre de virtuosos. El mayor general se pondrá a la cabeza de las tropas tomando la vanguardia el regimiento de granaderos, el centro los patricios y piquete de pardos; y la retaguardia el batallón Nº4.  Todos deberán presentarse en el mayor aseo y uniformidad, y deberán entrar a hacer señal en columna cerrada por el pueblo, guardando el mayor silencio y orden en la formación, así oficiales como soldados; en la inteligencia que con el que contraviniese, seré severo en el castigo; y para que ninguno alegue ignorarlo el mayor general luego que toda la tropa, este formada en batalla, hará leer en forma de bando, en todas las divisiones, las instrucciones de marcha. Terrada."

[...]...hoy se recibió noticia de Buenos Aires del nuevo gobierno instalado a petición del pueblo; incontinente el señor general hizo poner al ejercito sobre las armas con banderas, y haciendo tocar orden de oficiales, el mismo señor general dio la siguiente: " El comandante de armas de la capital de buenos aires me comunica haberse instalado el gobierno ejecutivo compuesto de los diputados de aquel pueblo don Feliciano Chiclana, don Juan José Paso y don Manuel Sarratea...que al frente de sus compañías los reconozcan, y hagan reconocer ahora mismo". Lo que se ejecutó con grandes aclamaciones de la oficialidad, y era tal nuestro entusiasmo que no pudimos prescindir de solicitar del señor general que se hiciese tres descargas, lo que condescendió, y se dio orden que para mañana a las 4 de la tarde estuviesen las tres divisiones formadas, con tres cartuchos sin bala.

El martes 1º de octubre...se formo el ejercito, y se presentaron al frente de línea el señor general, el segundo y mayor general los que por su orden mandaron cada uno su descarga, habiendo proclamado el señor general en estos términos.

"Soldados: las ocurrencias que tenían a la generosa capital de Buenos Aires abatida hasta el extremo de reinar el despotismo han desaparecido completamente: la energía de los ciudadanos ha cortado de raíz estos males, y ha sabido permutar el bien con el mal: una nueva junta ejecutiva compuesta de las respetables personas, el señor coronel don Feliciano Chiclana, el señor doctor Juan José Paso y el señor don Manuel Sarratea ha sido el efecto de una conmoción que a haberse diferido un pequeño instante hubiéramos sido victima de la intriga y pasto de nuestros enemigos: en obsequio pues de tan laudable noticia, esforzaos en cimentar nuestra libertad que es el primer derecho del hombre: cierto de vuestros sentimientos he accedido a que en consecuencia se hagan las tres descargas que habéis pedido: la primera por la instalación del nuevo gobierno ejecutivo: la segunda por la libertad de la patria: y la tercera por el heroico pueblo de Buenos Aires jurando el estimularnos con tales sentimientos"  

 Se concluyo este acto, en el cual se observo no solo en el oficial, sino también en el soldado un semblante de alegría, anuncio verdadero del exterminio del despotismo, y del gran interés que toma el soldado cuando defiende su libertad unida a los derechos sagrados de su patria; no hubo ejemplar de que alguno publicara su gozo con algazaras ni vivas muy común en soldados insubordinados.[...]

[...] El martes 29 amaneció nublado, y en seguida llovizno: a las diez desembarco el señor vocal don Manuel Belgrano; a quien acompaño parte de la oficialidad del ejercito y lo mas lucido del vecindario, hasta el convento de Santo Domingo, en donde tiene su alojamiento. El jueves 31 hubo ejercicio general por la mañana. El viernes 1º de noviembre sigue siempre la instrucción doctrinal del manejo de armas, y evoluciones de guerra.

[...] El lunes 4 se suprimió en este día el ejercicio, para dar tiempo a que la tropa limpiara el armamento, y aseara el correaje en la forma debida: al amanecer de este día salio un sargento con ocho soldados con el objeto de perseguir a los desertores: al anochecer se recibió un chasqui, dirigido de la capital, al señor general de la expedición: en este se anunciaba la total compostura de Buenos Aires con Montevideo, y al propio tiempo nuestro regreso para la capital, y como este debía realizarse con la mayor exigencia por mar, comunico el señor general esta deliberación al comandante militar de este destino; para que diese ordenes de embarco a todos los buques, tanto a los que se hallaban en este puerto, como a los que en la Bajada.[...]