Relatos de hechos de armas.

Los 95th rifles en Sudamérica - Por David Gower, 2nd 95th Rifles , Uk
 

Capítulo 1. Preparativos.

Capítulo 2. 1 º Invasión.

Capítulo 3. Montevideo.

Capítulo 4. El ataque a Montevideo.

Capítulo 5. Hacia Buenos Ayres.

Capítulo 6. El Desembarco.

Capítulo 7. La Ciudad.

Capítulo 8. El ataque.

Capítulo 9. La entrega.


 Capítulo 1. Preparativos.

Durante la difícil paz entre Gran Bretaña y Francia en los primeros años del siglo XIX, el gobierno británico no podía centrar su fuerza en un solo objetivo. Emprendían una serie de expediciones, sin ninguna meta estratégica verdadera, y careciendo del conocimiento de las posiciones y de los números de sus enemigos.   

La primera de estas expediciones comenzó en finales de 1805 con una fuerza de 7.000 tropas británicas que fueron enviadas a Italia meridional a la ayuda de un ejército ruso para expulsar a los franceses.

La segunda expedición era un asunto más ambicioso. Se enviaría una fuerza aliada de 25.000 tropas británicas y de Hannoverianos a Alemania Norte. El objetivo era liberar Hannover y Holanda de Francia, con la cooperación de los suecos y de los rusos y la confianza de los prusianos para permanecer neutral o con los aliados. Luego Prussia tomó cartas en el asunto acordando con Napoleon y marchando a Hannover, lo que hizo que se abandonara la expedición. 

La tercera expedición consistía en expulsar a los holandeses de Sudáfrica, pero de una manera corsaria los Británicos terminaron en Suramérica. Con una fuerza inicial de 6,000 tropas bajo comando de Sir David Baird, fijaron la vela en el último agosto de 1805 en 61 naves de transporte escoltadas por 9 de guerra bajo el comando del comodoro sir Home Popham. El 7 de enero de 1806 Baird desembarco cerca de la bahía de Saldanha y derroto una fuerza holandesa pequeña y después marcho sobre Ciudad del Cabo. En Rietvlei los Británicos derrotaron la guarnición holandesa el 8 de enero y se ocuparon Ciudad del Cabo. Por el 18 de enero el comandante holandés firmó la capitulación, y entregó la colonia del cabo a los Británicos.

Popham sin ordenes que recibir persuadió a Baird para prestarle el 71th regimiento bajo Mayor Pack, cuatro cañones ligeros y 6 Dragones y a continuación navega a través del Atlántico del sur para atacar a los españoles en el Río de la Plata. En el camino Popham paró en St. Helena en donde indujo al gobernador a que le preste 100 hombres de artillería con 2 cañones y 300 del regimiento de la infantería de St. Helena. En el comando de tierra las fuerzas eran del Coronel Beresford.

 

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 Capítulo 2. La 1 º Invasión.

La escuadrilla llegó al Rio de la Plata en junio de 1806. Su objetivo original era la ciudad fortificada del Montevideo, pero un premio más tentador era la capital española del área, Buenos Ayres, sin fortificar y sin guarnición y además por ser un puerto principal, era un gran señuelo para Popham sin ninguna duda después de no haber obtenido ningún dinero como premio hasta el momento. Navegó por el norte del río y ancló en Quilmes unas 8 millas bajo de Buenos Ayres. Aquí Beresford desembarcó su fuerza pequeña de 1.600 infanterías, de 8 cañones y de 16 caballos. Por el 26 de junio esta fuerza pequeña avanzaba hacia la capital. Después de alguna escaramuza menor la guarnición española capituló el día siguiente. Y tan sólo con una pérdida de 1 hombre de Beresford muerto y 13 heridos había tomado la ciudad de 70.000 habitantes con los 86 cañones.    

 

Mientras que estaban en St. Helena, Popham y Beresford habían enviado la divulgación a Inglaterra de sus intenciones. El gobierno británico decidíó que la mejor línea de conducta sería enviar refuerzos. Y luego una fuerza de 2.000 hombres con provisiones fue enviada bajo el comando de Sir Samuel Auchmuty. Beresford también escribió a Baird en el Cabo para enviar refuerzos y Baird respondió con el envío de 2.000 hombres bajo el Teniente-Coronel Backhouse.  

                                                   

Los españoles en Buenos Ayres se preguntaban cómo fue posible que un pequeño grupo Británico sin apoyo tomaran la ciudad e hicieron los planes para recobrar la ciudad. A principios de Agosto, después de varias escaramuzas en los suburbios de la ciudad que los Británicos pudieron sostener victoriosamente, los españoles finalmente penetraron en la ciudad y después de dos días de lucha Beresford fue rodeado y fue forzado para entregarse. Los términos originales de la entrega indicaron que las fuerzas británicas serían enviadas de nuevo a Inglaterra pero los españoles enfurecido por sus pérdidas faltaron a su palabra y marcharon a Beresford y el 71th al interior del paìs como prisioneros de guerra.

 

Mientras tanto Popham que estaba a bordo de la nave en ese entonces tomó a toda tropa británica restante que evadiera la captura y navegó abajo del río a un ancladero seguro para esperar refuerzos.   

 

Oficialdel 95th.1804

Soldado

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 Capítulo 3. Montevideo.

 

En octubre la fuerza de Baird llegó del cabo, del Teniente-Coronel Backhouse. El plan siguiente del ataque era asegurar una nueva base. Y tan solo Backhouse con 400 hombres del 38th regimiento ataco y expulsó a la fuerza de 600 españoles del Maldonado a la bayoneta. La isla de Goretti se entregó el día siguiente. Esto dio a Británicos una base segura para lanzar otras operaciones.   

 

Los refuerzos que el gobierno británico había prometido enviar estaban listos para navegar. Consistió en los 40th y 87th regimientos y tres compañías de los 95th rifles del 2do batallón. Esta fuerza debía ser conducida por sir Samuel Auchmuty. El 95th estaba bajo el comando del Mayor Gardner, con las compañías de capitanes Macdonald, Elder y de Dickenson; cada compañía era de 100 rifles. El gobierno británico después canceló la expedición al Río de la Plata e iba a enviar la fuerza de Auchmuty a Portugal. Esto fue finalmente abandonado y el 9 de octubre se puso en marcha la fuerza y fue desembarcado en Maldonado el 5 de enero de 1807.  También con Auchmuty enviaron al almirante Stirling que el Ministerio de marina enviara para substituir a Popham quien fue ordenado de nuevo a Inglaterra para explicar su ida de H.M de Suráfrica a Suramérica.    

 

Los comandantes decidieron que su fuerza era demasiado pequeña para volver a tomar Buenos Ayres, así que fue decidido atacar Montevideo. No teniendo ningún material de asalto apropiado a excepción de cuatro 24 libras y munición tomada de las naves del Stirling, se fija la vela arriba del río que deja el 13 de enero una dotación pequeña en Maldonado y Goretti. El 16 de enero la fuerza desembarcó cerca de 9 millas bajo Montevideo. La cubierta de los cañones de la flota protegió los desembarcos, con los españoles incapaces de oponer cualquier amenaza seria. Con las tres compañías de los rifles que avanzaban para asegurar la tierra alrededor del área del desembarco para el resto de las tropas y de las provisiones, el teniente Chawner fue herido y un Trompeta fue muerto. Por el 19 de enero Auchmuty había desembarcado su fuerza y había avanzado hacia el Montevideo. En marcha hacia la ciudad una fuerza de cerca de 4.000 tropas se les opuso y otra vez estos montados fueron enfrentados con poca resistencia y pronto fueron seguidos por los  Británicos detrás. Pronto los Británicos estaban en los suburbios de la ciudad, y a cerca de dos millas de la ciudadela.                                                        

 

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 Capítulo 4. El ataque a Montevideo.

 

Auchmuty paró la fuerza principal para la noche pero envió a una avanzada delante cerca de las paredes de la ciudad. En la mañana del 20 los españoles atacaron a los Británicos con cerca de 6.000 hombres en dos columnas. La columna derecha consistió en la caballería intentando dar vuelta al flanco izquierdo de Auchmuty, mientras que la columna española izquierda de la infantería atacó su centro.

 

El 95th, que eran el piquete avanzado, eran apremiados pero se defendieron bien, el coronel Gore Browne del 40th trajo tres compañías de su regimiento y cargando a los españoles, fue el turno de los españoles para defender con los hombres que cayendo en ambos lados. La situación cambió cuando los rifles y algunas compañías ligeras entregaron un ataque del flanco sobre el cual la infantería española cayo y fue perseguida en la ciudad. Los españoles perdieron entre 200-300 muertos y la misma cantidad capturada, mientras que la columna de la caballería cayó nuevamente dentro de ciudad sin entrar en la acción. Auchmuty estaba libre ahora de entrar en la ciudad sin más lucha. Los 95th rifles en esta acción aguda perdieron cinco muertos y 25 heridos. Los Británicos ahora tuvieron que hacer frente a la fortaleza y a la ciudadela finalmente para tomar la ciudad. Los españoles estaban en un pozo fortificado con las defensas bien fuertes con muchos cañones y eran fortificadas por 6.000 hombres, que pudieron no haber sido entrenados altamente pero eran indiscutiblemente valientes. Frente había una fuerza británica que era levemente superior en números pero dos batallones de Auchmuty eran novatos. Pero él podría contar en dos batallones buenos, los 38th y los 40th, con un batallón de los marineros y de los infantes de marina 800 , más las tres compañías de rifles y de los 17mos Dragones Ligeros.

 

 En total él podría confiar en 950 sables, 300 rifles, 4.200 bayonetas y 6 cañones.  Auchmuty desembarcó sus cañones pesados y pidió prestado alguno de la marina de guerra. Despejando los suburbios él construyó una batería de cuatro 24 libras y de dos morteros para la ciudadela. Él colocó otros dos 24 libras en el lado del norte de la ciudad en un intento por parar las provisiones que conseguía la ciudad. El 25 de enero se inicia el fuego abierto británico y con la ayuda de la marina de guerra que bombardeaba la ciudad desde el mar pero ésta tenía poco efecto. El 28 él movió seis de sus 24 libras contra la ciudadela pero con excepción de la destrucción  del parapeto no se ganó otra vez ningún efecto . Auchmuty movió su 24 libras a 600 yardas de la puerta del sur y por el 2 de febrero había hecho una abertura practicable y había llamado al gobernador español para entregarse. Su respuesta fue desafíante, pues él tenía informes que fuerzas españolas de 4.000 hombres estaban en camino a la ciudad. Auchmuty atacaría al amanecer.  

 

 La fuerza de choque consistió principalmente en hombres del 54th regimiento bajo de teniente Everard de la reina y de un sargento del 38th. La fuerza de asalto consistió en dos compañías de los rifles y en el flanco una  compañía del 38th con el 40th en ayuda. La Compañía Rifle restante y la 87th esperaría en la puerta del norte, que debía ser abierta por la fuerza de asalto. El resto de la fuerza de Auchmuty en reserva en caso que españoles llegaran con el relevo.    

 

A las 3 del 3 de febrero la columna atacaba la abertura en oscuridad total, y casi estaba en el pie de las paredes antes de que fueran descubiertos. Los primeros cañones encendidos de los defensores y mataron solamente un hombre pero después barrieron los 25 de los 30 de la fuerza de choque.

 

El Mayor Gardner y capitán Dickerson fueron hacia las paredes con la cubierta de la fuerza de asalto de los Riflemen, pero debido a la colocación española oculta en la abertura que da el aspecto de una pared intacta no podían encontrar la abertura y pasaron buscándola quince minutos mientras fueron molidos por un terrible fuego enemigo. El capitán Renny del 40th lo localizó con su compañia ligera, pero tan pronto como Renny escalo sobre la abertura fue muerto. El Capitán Dickerson ahora condujo los rifles a través de la abertura estrecha que permitia tres hombres a la vez. Una vez sobre la abertura algunos han tenido que  caer 12 pies para entrar en la ciudad mientras otros fueron a su izquierda y ocuparon varias baterías a lo largo de la pared. El resto del 40th también tenía apuro el encontrar de la abertura y tuvo que aguantar el fuego pesado de las baterías de las paredes hasta que también lo encontraron.

En el otro lado de la ciudad la segunda fuerza que atacaba creció impaciente y algunos Riflemen escalaron las paredes cerca de la puerta del norte, y forzando las puertas permitieron que sus camaradas y los 87th acometan a través. Después de una lucha feroz los Británicos despejaron la ciudad. Algunos Riflemen ascendieron a las torres de la ciudadela, que les dieron una posición de altura desde la cual hicieron fuego a la ciudadela. A las 8 30 la guarnición se entregó.

 

Las pérdidas para los rifles eran capitán Dickerson dado que él condujo a sus Rifleman sobre la abertura, también 10 Riflemen más muertos con 2 tenientes, 4 sargentos, 15 Riflemen heridos. La conducta de los rifles fue mencionada en envíos a el Comandante en Jefe Duque de York que concedíó a once sargentos con medallas. Y es con orgullo que el 95th agregó Montevideo a sus honores.

 

 La pérdida británica en total era 6 oficiales y 110 hombres muertos, y 21 oficiales y 258 hombres heridos. Las pérdidas españolas eran cerca de 800 muertos y 500 heridos con 2.000 tomados presos El resto de la guarnición se escapa en barcos a través del puerto. Vale el observar de que dentro de las horas después de que se asaltara los habitantes de la ciudad pudieran seguir sus vidas como de costumbre, algo que no sucedería en otros sitios durante las campañas en España.

Soldados 95th 1808

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 Capítulo 5. Hacia Buenos Ayres.

 

La captura del Montevideo iba a  ser la mas alta marca en las fortunas de los Británicos en Suramérica. Un gabinete británico nuevo deseó emprender un nuevo esquema de la conquista que no consideraría a los británicos derrotados y saliendo del continente. Una nueva fuerza de 4.000 hombres bajo el coronel Robert Craufurd debía ser enviada para capturar las posesiones españolas del chile y de Perú en la costa del oeste y para instalar una línea directa de comunicaciones del chile a Buenos Ayres {el gobierno todavía  lo creía estaba en manos británicas}. Se habia ignorado el hecho de que había 900 millas del país desconocido, que incluían a las montañas de los Andes y a una población hostil que la fuerza británica de 6.000 tendría que tratar. También fue dispuesta para enviar una fuerza de la India y atacar México.    

 

La fuerza de Craufurd fue dada a título “The Remote Expedition” y dentro de ella estaban cinco compañías más del 1r batallón 95th. La compañía era las de capitanes Norcott, O'Hare, Jenkinson, Ramadge y Bennet todo bajo comando de McLeod y de Travers, Mayores. Los rifles consistieron en 17 oficiales, 25 sargentos, 10 Trompetas y 376 Riflemen. Fijaron la vela el 12 de noviembre de 1806 y llegaron la bahía el 23 de marzo de 1807. Aquí nuevas órdenes fueron recibidas por Craufurd para abandonar su búsqueda para el chile y poner vela al Río de Plata y a ensamblar con Auchmuty. En la orilla del norte del río de Plata casi enfrente de Buenos Ayres estaba el establecimiento español pequeño de Colonia de Sacramento. Una pequeña dotación fue enviada consistiendo en principalmente las tres compañías del 2do 95ths bajo el Mayor Gardner con coronel Pack {quién junto con el coronel Beresford y algunos del 71th habían escapado sus capturas y se habían unido a las líneas británicas} y tomó el asentamiento.

 

Auchmuty también había enviado otras fuerzas alrededor del Montevideo para mantener a los españoles de refuerzo a distancia y para recoger provisiones y caballos, y para esperar los refuerzos previstos de Inglaterra. Con una fuerza británica de tamaño ahora en el Rio de La Plata el gobierno británico se sentía prudente para enviar a un antiguo funcionario para tomar comando. Eligieron a Teniente-General John Whitelocke con el Mayor-General Leveson-Gower como su segundo en comando. Junto con el 89th regimiento y algunos refuerzos, entre ellos una batería de artillería a caballo, llegaron a Montevideo  el 10 de mayo de 1807. Whitelocke y Gower ahora reemplazaban a Craufurd y Auchmuty y su primera tarea era reforzar la fuerza del cuerpo en Colonia, llevando su fuerza hasta 1.500 hombres.

 

Los españoles hacían planes para atacar y para cortar la fuerza del cuerpo con cerca de 2.000 tropas bajo el general Elio que fueron acampadas en San Pedro cerca de 12 millas de Colonia. El 6 de junio llegaron noticias recibidas sobre la fuerza de Elio y en la mañana siguiente a las 3 Pack fue a su encuentro.

Su fuerza que fue compuesta de 54 9th Dragones Ligeros, 31 Artilleros, 481 de las 40th, 247 infantería ligera y de 200 Riflemen entre todos apenas sobre 1.000 hombres.

 

Llegaron San Pedro alrededor de las 7 y encontraron a los españoles en una posición fuerte en una elevacion detrás de una corriente profunda, que también protegía ambos flancos. El único vado a través de la corriente fue defendido por cuatro cañones del campo y dos obuses. Pack atacó inmediatamente al lanzar a sus tres compañías de Riflemen a lo largo del río en una formación extendida bajo cubierta del fuego de la fuerza británica principal. Los Riflemen cruzaron el río bajo fuego pesado de los cañones españoles y formaron y avanzaron sin un tiro. La caballería española se retiró inmediatamente pero su infantería retuvo su posición hasta que los Británicos cayeron sobre ellos y estos se rompieron y huyeron y fueron perseguidos resultando en matanza.

 

Los españoles perdieron 120 muertos con muchos más heridos y cerca de 100 presos. También un estandarte español y 8 cañones fueron capturados. Las muertes británicas eran cerca de 48 con un tercero de éstos que eran causados cuando un carro de la munición estalló. Esto sucedió cuando el Mayor Gardner de los rifles con 14 hombres fue gravemente herido, intentando destruirlo cuando ocurrió la explosión desafortunada. Las pérdidas totales del 95ths eran 1 Rifleman muerto y 2 oficiales, 18 Riflemen heridos. Pack retiró su fuerza junto con los cañones capturados de nuevo a Colonia.    

Para mediados de junio la fuerza de Whitelocke estaba completa y ya podía planear su ataque contra Buenos Ayres. Debido a la naturaleza del río la marina de guerra no podría conseguir llegar a mas de 6-8 millas de la ciudad y el único lugar en donde podrían desembarcar bajo protección de los cañones de las naves era 25 millas lejos en Ensenada de Barragán.

 

También los españoles habían estado construyendo baterías en el puerto de Quilmes, que protegió el puente a través del río Chuelo {y era el punto donde Beresford había desembarcado el año anterior}, así que ésto también influenció la decisión de Whitelocke para desembarcar más abajo. Cerca de dos millas de Puerto de Quilmes estaba la ciudad pequeña de la Reducción, en donde Whitelocke amontonaría su fuerza y abriría de nuevo líneas de provisión con la flota antes de continuar su avance a Buenos Ayres.   

 

Dejando una guarnición de 1.300 hombres en el Montevideo, Whitelocke dividió su fuerza en dos divisiones. La 1ra división de dos brigadas bajo Auchmuty y de Craufurd, y la 2da división eran brigadas de Lumley y de Mahon. La brigada de Craufurd se conocía como la brigada ligera y consistió en 9 compañías ligeras de la infantería de varios regimientos y 8 compañías de los 95th rifles. Debido a la carencia de caballos se desplegaron a los 9th Dragones Ligeros como infantería en la brigada de Mahon.    

Riflemen of the 95th Regiment ( Rifles ) at Corunna 1808-1809
60th and 95th Riflemen by C. Hamilton Smith

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 Capítulo 6. El Desembarco.

 

El 17 de junio la 1ra división de Leveson-Gower zarpó e hizo escala en Colonia para tomar la fuerza del Pack, pero debido a los malos vientos y niebla no alcanzaron Ensenada de Barragán y Whitelocke con la 2da división hasta el 27 de junio. El día siguiente al amanecer la brigada ligera se transfirió a los barcos chicos para comenzar los desembarco.

Sin embargo todos resultarían con los pies mojados debido a una barra larga de arena que estaba cerca de la orilla y así que fueron obligados a vadearlo.

Un canal fue encontrado lo cual significó para el resto del ejército desembarcar con calzado seco.

Gower avanzó con la brigada ligera y hacia la 1 había ocupado una tierra alta a cuatro millas de interior. Una vez que ambas divisiones hubieron desembarcado comenzaron su avance, que hicieron el 29 de junio. Su primer obstáculo mayor era un pantano cerca de 2 millas de anchura, que el ejército tuvo que cruzar. A través del agua y del fango hasta 2 pies de profundidad hicieron el avance casi imposible para hombres, caballos y cañones los cuales quedaron atascados. Fue solamente por la fuerza bruta de los centenares de marineros y de soldados que tiraban de los cañones a través del pantano que lo pasaron.

 

La brigada ligera de Craufurd era la avanzadilla con cuatro compañías de rifles a 200 yardas en frente y en  flanco con escaramuzadores delante de ellos, seguidas por dos piezas de artillería con el batallón ligero de la infantería detrás de ellos con un protector posterior pequeño y protectores de flanco. Por la tarde del 29 la brigada Ligera alcanzó una aldea pequeña en donde aparecieron algunos jinetes españoles y se intercambiaron disparos. Dos de las compañías anticipadas del rifle atacaron la aldea de la manera mas decidida e hicieron huir a los españoles.

 

El 1 de julio alcanzaron la Reducción, donde apareció el enemigo. Craufurd y algunos rifles avanzaron sobre ella “de una manera decidida” y expulsaron a los españoles de ella. De ahí con la brigada ligera se dirigieron hacia Paso Chico y vadeando el río Chuelo el 2 de julio.

Whitelocke llegó la reducción el 1 de julio y paró a la 2da división y abrió sus líneas de provisión con la flota y espera para que su artillería los alcance.

 

El 3 de julio fueron recibidas órdenes por Gower para presionar la marcha a Buenos Ayres y para tomar la posesión de los suburbios norteños de la ciudad y para establecer comunicaciones con la flota. Con sus dos brigadas separadas cerca de cinco millas la brigada ligera de Craufurd en el frente se diviso a algunos españoles que ganaban algún cercano alto de tierra o un vado. Craufurd ganó el permiso de enfrentarlas, lo que hizo sin oposición y entonces en vez de esperar la división del resto para alcanzarlo continuó hacia la ciudad.

 

Dos fueron las veces pedidas enviadas por Gower para que la brigada ligera diera el alto y Craufurd con su genio famoso contesto que “consideraba muy deseable proceder hasta ganar el corral o la yarda de la matanza {un espacio abierto grande}. Gower finalmente lo alcanzo  y paró la brigada ligera. Cuando descansaban los españoles abrieron fuego con metralla y balas de cañón. Craufurd pidió inmediatamente un ataque. Los Riflemen y las compañías ligeras de la infantería con una aclamación acometieron en una formación en creciente derecho a los cañones. Los Artilleros españoles huyeron y dejaron sus cañones, al igual que la infantería mientras que fueron perseguidos por la brigada ligera a través de los suburbios externos de la ciudad. Gower envía nuevamente ordenes a Craufurd para que diera la vuelta cosa que él hizo solamente jurando que él habría capturado la ciudad si se lo hubieran permitido.

 

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 Capítulo 7. La Ciudad.

Los españoles habían sido sorprendidos totalmente por el avance británico. Habían fijado a 9.000 hombres y 50 cañones para guardar el puente sobre el Chuelo, 3.000 para guardar otro lugar desconocido del vado a los Británicos y a una tercera fuerza para guardar Paso Chico. Era la segunda fuerza la que Craufurd vió sobre él cuando se retiró al corral. Mientras tanto Whitelocke y la 2da división llegaron el corral por alrededor de las 3 por la tarde del 3 de julio.

 

Gower informó a Whitelocke que él había convocado al comandante español General Liniers para entregar la ciudad, pero había recibido una contestación desafiante. Para el resto del día los puestos avanzados británicos y españoles tuvieron escaramuzas hasta que Whitelocke los llamó y trajo su fuerza bajo abrigo de la lluvia torrencial, que ahora cayó sobre ellos.    

 

En este tiempo Buenos Ayres estaba compuesta de un número de calles perfectamente rectas de cerca de 130 yardas de travesía separada una otra de otra perpendicularmente que dividía la ciudad entera en bloques rectangulares. Su parte frontal era cerca de 2 millas e iba desde el río detrás hasta cerca de 1 ½. millas.

 

 En el lado del norte {izquierda de Whitelocke} estaba la Plaza de Toros. En el centro y en el frente del río estaba la fortaleza y cerca estaba la catedral, la iglesia de San Francisco y el convento de San Domingo. Entre  la Plaza de Toros y la fortaleza estaban dos iglesias, Santa Catalina y La Merced. El lado del sur {la derecha de Whitelocke} era el de la Residencia. Las jefaturas de Whitelocke estaban cerca del corral en la casa de White.

El edificio de gobierno estaba de una construcción sólida con cubiertas planas con  parapetos, que eran ideales para los defensores.    

 

El plan original de Whitelocke de ataque era atacar del lado del norte de la ciudad usando el río como su flanco izquierdo y disparando sus cañones pesados, que debían ser desembarcados del río y bombardear la ciudad hasta la sumisión. En sugerencia de Leveson-Gower el plan fue alterado y el ataque sería del lado del oeste {del corral} con 13 columnas que se mueven a través de las calles. Las columnas izquierdas iban a tomar la Plaza de Toros  mientras que el resto de la fuerza que ataca continuaría a la línea de costa y ocuparía casas en la ribera.

 

Este plan era bastante simple pero no consideró la fuerza de los españoles para pararlas. Dos problemas más se presentaron incluso antes de que el ataque había comenzado, el primero era que los Británicos confiaron en los mapas españoles que demostraron ser inexactos y condujeron a varias órdenes que eran perdidas y el segundo y más serio era el malentendido que ocurrió debido a las órdenes confusas publicadas por Whitelocke, que condujo a una orden vital que fue ignorada. La orden era prevenir para que las columnas que atacaban izquierdas y derechas se inclinaran la una sobre la otra  pero como fue escrito mal dio el efecto opuesto o fue ignorado por los comandantes de la fuerza que atacaba.   

 

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 Capítulo 8. El ataque.

Momentos antes de amanecer el 5 de julio la fuerza del Whitelocke estaba en la posición, unos 5.000 hombres que atacaban una fuerza que defendía de cerca de 15.000. A las 6.30 de la mañana un cañón disparo como señal para que todas las columnas avancen en la ciudad. Las columnas en la izquierda bajo de Auchmuty tuvieron que hacer camino a través de la calle, fueron barridas continuamente por el tiro de metralla, y atacaron la plaza de Toros y aseguraron su posición respecto al frente del río. Capturaron sobre mil presos y 32 cañones.

 

Lumley un poco al sur de Auchmuty hizo su ataque. El 36th después de que la dura lucha de calle gano el río  pero debido al fuego pesado de los cañones de la ciudadela tuvo que buscar la cubierta en las casas circundantes, que los sostuvieron. Otras columnas que atacaban de Lumley que consistían en el 88th avanzaron hacia el río bajo fuego de artillería constante, de fuego del musket más una tormenta de misiles de la mano, de los ladrillos etc de las terrazas. Capturando un antepecho de arena y ganando el río se encontraron atrapados y expuestos al fuego de la fortaleza. Como el 36th, el 88th busco el abrigo de las casas, pero ellos eran hostigados en cada lado y después de varias horas, en las cuales eran atacados constantemente y después de graves pérdidas fueron forzados a entregarse y a marchar a la fortaleza aproximadamente a las 11.

 

El 36th se sostuvo hasta cerca de las 3 y fue forzado a retirarse a la posición de Auchmuty. En el centro Whitelocke se movió en la ciudad con el 6to Dragoon desmontado y los 9th Dragones Ligeros, y con dos cañones se movió hacia la fortaleza en un ataque falso.

 

Al sur la 45th se movió en dos columnas y ocupo la casa de gobierno con pérdidas de muy menor importancia.

 

Craufurd a la derecha del centro con la brigada ligera hizo su ataque. La columna que atacaba de la mano izquierda bajo de Teniente-Coronel Pack fue compuesta de 5 compañías de infantería ligera, 4 compañías del 95th y un arma de 3 libras. La columna se movió a través de las calles con poca oposición y cuando estaban cerca de cuatro bloques de la fortaleza dieron vuelta a la izquierda con las tres compañías delanteras y dos bloques detrás que él ordenó al Teniente-Coronel Cadogan hacer lo mismo. Esto los trajo dentro del rango de las defensas españolas.

Cadogan consiguió llegar hasta el lado del oeste de la universidad Jesuita, pero después de sostener una pesada pérdida de los disparos españoles de las terrazas fue obligado a dejar detrás el cañón debido a que todo su equipo y caballos estaban muertos o heridos. Se intento acceder a un edificio  pero no pudiendo ganar la entrada ordenó a sus hombres ocupar otras casas.

 

Pack alcanzó el lado del este del colegio pero sufrió otra vez un fuego destructivo en el cual Pack mismo fue herido. Incapaz continuar Pack decidió volver de nuevo a Residencia, haciendo esto se encontraron sobre la segunda columna bajo Craufurd de la brigada Ligera con 4 compañías de infantería ligera, 4 compañías de rifles y otro arma de 3 libras. Estaban muy cerca del convento de St Domingo y decidieron tomar la posesión del convento y después a tomar si es posible la iglesia franciscana. Mientras tanto el Teniente-Coronel Guard del 45th en la Residencia separó a la compañía de granaderos y los envió hacia el centro de ciudad donde se reúne con la brigada ligera. El estado del ataque británico ahora estaba en un punto muerto y los comandantes de la brigada inconscientes del apuro de las otras brigadas, y sin recibir ningunas noticias o órdenes de Whitelocke.

 

Para cerca de las 10 se obligó a Teniente-Coronel Cadogan con Mayor Travers del 95th que entregara su posición después de luchar duramente y de una gran pérdida de oficiales y de hombres. Sobre el mediodía el general Liniers envió a un oficial con una bandera blanca a Craufurd con las noticias del 88th y otros que se habían entregado y que Craufurd debía hacer lo mismo, Craufurd lo rechazo. Sin embargo Craufurd se dio cuenta de que su brigada era la única fuerza en el centro de la ciudad que todavía luchaba pero rodeado totalmente y siendo atacado de todos los lados. Un ataque contra la puerta del convento, que fue protegido por el  3 libras, fue repelido por una carga hecha por los Grenadiers y algo de infantería ligera, muchos de ellos heridos pero el arma fue salvada.

 

Con Craufurd y los restos de la brigada ligera confinadas al convento solamente con los Riflemen que proporcionaban la defensa disparando del tejado. Pero esto fue cambiado cuando los españoles trajeron los cañones y rastrillaron el convento con metralla. Manteniendo esta defensa hasta las 4 Craufurd pensó hacer una retirada, pero con muchos españoles rodeándolos, la pérdida sería demasiado grande. Después de que consultaron a los Teniente-Coroneles Pack y Guard y Mayor McLeod del 95th, decidieran buscar una tregua y se entregaran al español.

 

Whitelocke era ignorante de cómo iba la batalla, no había tenido ningun informe de sus comandantes de la brigada. Envió a los 9th Dragones Ligeros a la plaza principal pero los forzaron a retirarse. Sus ayudantes le informaron que podían ver colores británicos volar en la plaza de Toros y en el centro de la ciudad, pero no era hasta la temprano en la tarde que consiguió noticias de Auchmuty de su conquista de la plaza de Toros y de la entrega del 88th, pero no oyó nada de Craufurd toda esa noche. Whitelocke pidió al día siguiente temprano su reserva de la Reducción. Los españoles mientras tanto había dado vuelta su atención al 45th en Residencia. Trajeron dos obuses e intentaron golpearlos con fuego hasta la sumisión. El 45th hizo una carga galante y eliminó a españoles y capturó los dos cañones.

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 Capítulo 9. La entrega.

 

Poco después Liniers enviaba un mensaje a Whitelocke que le informaba de la captura de Craufurd y captura de mil hombres y ofreciera la liberación de estos y de los capturados el año anterior, si los Británicos se retiraban del Rio de la Plata. Whitelocke rechazó esto pero pidió una tregua así los muertos y heridos podrían ser recogidos. Las pérdidas británicas eran hasta ahora de 401 muertos, 649 heridos y cerca de 1.924 eran los presos, que casi compusieron mitad de la fuerza que atacaba británica. Pero los Británicos capturaron sobre 1.000 presos y 30 cañones así como conquistaron puntos fuertes en los flancos de la ciudad y podrían reforzar con otras 6.000 tropas para renovar el ataque. Whitelocke se dio cuenta que él necesitaría a más tropas de Inglaterra y que el tiempo no estaba de su lado, así que convino un armisticio.

 

Después de que un intercambio mutuo de presos, los Británicos dejaron Buenos Ayres en diez días y Montevideo en dos meses. Algunos dicen que ésta era la única decisión sabia hecha por Whitelocke . Los hombres bajo su comando se sintieron traicionados, después de que todo lo que habían hecho. Esto también fue alimentado por el tratamiento que recibieron de los españoles. Algunos Británicos escribieron en las paredes de la ciudad “General Whitelocke es un cobarde, traidor o ambos”. Cuando Whitelocke volvió a Inglaterra la corte marcial que lo juzgaba decidió que su espada se rompiera sobre su cabeza. ¿Pero era Whitelocke el culpable enteramente? Algo de la culpa se debe dar a sir Home Popham que era el quién llevo de nuevo a los Británicos a Suramérica, y el gobierno británico que cuando enviaron a Whitelocke y Craufurd les dieron objetivos absurdos y confusos. Pero los hombres de los 95th rifles sentían que la culpa debía adjudicarse a Whitelocke.

 

Las pérdidas del 95ths rifle del 1r batallón fueron 1 oficial, 2 sargentos, 2 Trompetas y 36 Riflemen muertos. 6 oficiales, 8 sargentos, 2 Trompetas y 73 Riflemen heridos y el faltar de 2 sargentos, de 2 Trompetas y de 39 Riflemen. Las pérdidas de los rifles del 2do 95ths fueron 3 sargentos, 1 Trompeta y 46 Riflemen muertos. 2 oficiales, 6 sargentos y 40 Riflemen heridos. Llegaron a Inglaterra antes del diciembre de 1807.    

 

 

Un Rifleman hizo un nombre para si mismo. Un irlandés llamado Tom Plunkett fue un hombre conocido en el regimiento. Durante la batalla en Buenos Ayres el Rifleman Plunkett estaba en el tejado del convento y tiraba a cualquier persona que veía cerca, y al ver a un oficial español el agitar de una bandera blanca, Plunkett clamo “tengo un tiro en el compañero con el pañuelo blanco” y le tiró puntualmente y lo dejó mortalmente herido. Esto encolerizó a españoles que entonces trajeron algunos cañones y sacaron a  Plunkett de la azotea. Más adelante en vida Plunkett fue preguntado a cuantos españoles acertó mientras que estaba en la azotea, él contestó cerca de 20 más un caballero con una bandera de la tregua. Si Plunkett sabía lo que significó la bandera blanca o no nunca lo sabremos.

 

Los 95th rifles en su tiempo en Suramérica ganaron un nuevo grito regimental a expensas de general Whitelocke, que era:   “Success to Grey Hairs, and Bad Luck to Whitelocke’s"

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Para mas info:

  The 2nd Battalion 95th Rifles

  95th (Rifle) Regiment of Foot

  95th (Rifle) Regiment of Foot